No me atreví a preguntarle si sonreía por lo que acababa de decirle o si lo hacía por alguna otra cosa. Preferí quedarme con la duda.
Y nunca más volver a verla.
¿Qué?
¿Qué le dije?
Nada importante, sólo un piropo: ''Dicen que no hay regalo mejor, que la sonrisa de una mujer''
8 comentarios:
Muy original tu manera de escribir. Te he enlazado para no perderte de vista.
Un abrazo.
Suena bonito.
Muy bueno, che! Saludos!
Pues me gustan estas colaboraciones.
En cuanto a las sonrisas, siempre son buenas.
Un abrazo.
no hay como escuchar tu nombre en labios de una mujer...
algo asi, me acordé de eso.
buen espacio.
Vine recomendado y me quedo!
Es que comparto tanto... pero definitivamente la sonrisa de quien sea es bella :)
¡Caramba! A veces no es justo, claro que no.
Te sigo leyendo. Acá y allá. Un saludo y gracias.
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