jueves, 29 de marzo de 2012

Napoleón, un poroto

Quizá no haya conquistado más de la mitad de Europa, destruido ejércitos enemigos, depuesto reyes y coronado reinas (por no mencionar a las princesas desfloradas…); tal vez su nombre no se convierta en un adjetivo para el siguiente siglo, eso lo tiene bien presente; puede ser que su porte majestuoso, a falta de un corcel acorde a la situación, no lo eternice cuadro alguno (ni fotografía, ni memoria digital); tiene muy pocas posibilidades de que alguien por fuera de su familia recuerde su (delirio de) grandeza; pero, a pesar de tener todas las posibilidades en contra, por ser feo, mal formado, contrahecho y tullido del corazón, de todos modos, y en contra de los designios de todos los médicos y curanderos que lo han atendido, él lo intentará.

3 comentarios:

Milio dijo...

Tiene facha de emperador eh. Le falta enfriar más su sangre quizás...
Abrazo

La abuela frescotona dijo...

DICEN POR AHI QUE "QUERER ES PODER"...
SALUDOS

Mista Vilteka dijo...

Bueno, por lo menos le quedan las ganas y la imagen de sí mismo que basta y sobra. El mundo que lo juzgará en otros días, quizás juzgue el reflejo que él cree ver. Habré qué saber bajo qué regla querrá ser juzgado.

¡Saludos!

F.